El orgullo que cruza fronteras

De Santa Cruz a Miami: un entrenador boliviano que forma sueños con Los Galácticos

En 2022, Sebastian Mercado hizo las maletas junto a su familia y dejó Santa Cruz con una ilusión clara: crecer en el mundo del fútbol. El cambio de país no fue fácil, pero la convicción de seguir vinculado al deporte que lo marcó desde niño lo llevó a buscar su espacio en Estados Unidos. Lo encontró en la Galácticos Soccer Academy, una escuela que hoy le permite trabajar con las categorías Sub 12 y Sub 14, y que se ha convertido en su nuevo hogar futbolero.

Antes de llegar a Miami, su recorrido en Bolivia había sido intenso. Formado en la Academia Tahuichi, pasó también por clubes como Real Santa Cruz y Royal Pari. En futsal defendió los colores de Rico Gar y San Miguel. Su debut en el primer equipo de Real Santa Cruz lo llevó incluso a medirse ante figuras como Hernán Boyero, goleador histórico de Blooming. “Fue una experiencia increíble marcarlo, porque uno lo veía como figura y de pronto estaba al frente en la cancha”, recuerda.

El paso de jugador a entrenador llegó en la Sub 12 de Tahuichi, dentro de la Asociación Cruceña de Fútbol. Allí no tardó en dejar huella: campeón invicto con 14 victorias y 2 empates. Ese fue el inicio de un camino que hoy continúa en Estados Unidos, ya con licencias oficiales.

En su nuevo rol, se describe como un DT cercano y paciente: “Me gusta involucrar a los jugadores en la toma de decisiones. Lo importante es darles tu confianza al 100%”. Para él, el entrenamiento no solo se trata de táctica o técnica, sino de construir autonomía en los chicos para que puedan crecer como personas.

Ese compromiso va más allá del deporte: “Para mí es como ser un papá más para ellos. Los cuido y los quiero como si fueran mis hijos”. No es casual que los valores que transmite dentro del campo sean humildad, respeto, solidaridad y orden. “El fútbol es una excusa para enseñarles disciplina, mentalidad y trabajo en equipo. Incluso cuando se pierde, la mentalidad ganadora es levantarse y seguir”.

El crecimiento de Los Galácticos bajo su mando ha sido notorio. Con la Sub 12, ya compiten en la división Élite, previa a la MLS Next, una de las ligas más importantes de desarrollo en Estados Unidos. Con la Sub 14, participan en la División Oro. “Entrenamos tres veces por semana y viajamos mucho para torneos. Cada partido contra rivales de alto nivel es como un clásico, porque los chicos saben que en las tribunas puede estar Messi, Suárez o Jordi Alba mirando”.

La anécdota más recordada hasta ahora llegó en un partido ante el Inter de Miami. No solo compitieron frente a una de las academias más fuertes del país, sino que terminaron con una foto inolvidable junto a Lionel Messi. “Ese momento no se les borra más. Para ellos fue un sueño cumplido”.

Sin embargo, su mirada está puesta más allá de los resultados inmediatos. Sueña con seguir escalando en sus licencias de entrenador, llegar a dirigir en grandes clubes professionales de la MLS

El camino es largo, pero la convicción está intacta. Con paciencia, disciplina y cariño, este entrenador boliviano sigue demostrando que los sueños no conocen fronteras. Desde Miami, junto a Los Galácticos, enseña que el fútbol no es solo un deporte: es una escuela de vida.

En cada niño al que entrena, hay un futuro que se está construyendo. En cada valor que transmite, hay un pedazo de Bolivia que se expande en otro país. Y en cada sueño que siembra, está la certeza de que el fútbol puede ser mucho más que 90 minutos.

Porque las verdaderas victorias no se cuentan en goles, sino en las vidas que se transforman dentro y fuera de la cancha.

Esta también es una historia de gala.

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